La artroscopía de hombro es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva utilizada para diagnosticar y tratar una variedad de afecciones articulares. Se emplea principalmente para:

1. Diagnóstico preciso: Permite una visualización directa de las estructuras intraarticulares, facilitando la identificación de lesiones como desgarros del manguito rotador, lesiones del labrum glenoideo y bursitis.

2. Reparación de lesiones: Permite realizar reparaciones precisas en cartílago, ligamentos, tendones y meniscos, abordando problemas como desgarros del manguito rotador y lesiones del labrum.

3. Liberación de adhesiones: Se utiliza para liberar adhesiones o tejido cicatricial dentro de la articulación, mejorando la movilidad y reduciendo el dolor asociado con la rigidez articular.

4. Eliminación de cuerpos libres: Ayuda a eliminar cuerpos libres o fragmentos de tejido sueltos dentro de la articulación, que pueden causar dolor y limitación del movimiento.

5. Tratamiento de enfermedades degenerativas: Puede formar parte del tratamiento para enfermedades como la osteoartritis, mejorando los síntomas y la función articular..